miércoles, 7 de abril de 2010

LAS CANCIONES GANADORAS DEL FESTIVAL VALLENATO DUERMEN EL INJUSTO SUEÑO DEL OLVIDO.

COLUMNA CARCAJ

Dentro de las diferentes competencias que existen en el festival que se realiza en el marco de la recreación de La Leyenda de los Indios Tupes en Valledupar, está el concurso de la canción inédita.


Este concurso, como otros, no arrancó con el primer festival. Fue creado en el camino del evento precisamente para darles la oportunidad a tantos compositores que se inspiran en el paisaje, en la mujer, en las costumbres, en los amigos, en las añoranzas.


La Fundación que realiza año tras año el festival nunca ha hecho nada para que tantas canciones que han ocupado el primer lugar en esa competencia sean grabadas por los grupos vallenatos y el mundo sepa de ellas. Mucho menos han hecho nada para mostrar las que ocupan el segundo o el tercer lugar.


Sólo hasta 1988 fueron grabadas la mayoría de las canciones que hubieran ganado el primer lugar desde 1969. Pero, por ejemplo, la canción Nació mi Poesía, fue relegada al segundo lugar en 1981 y después por medio de un decreto (¡¿?!) fue ascendida al lugar que le correspondía.


Desde ese 1988 para acá salvo la canción de Emiliano Zuleta ganadora del Rey de Reyes (grabada por su propio grupo en 1997, de lo contrario todavía estuviera esperando) todas duermen el sueño del olvido.


Pero también es cierto que algunas canciones son hechas exclusivamente para presentarse al Festival Vallenato, y si ganan o son relegadas a segundos lugares no dan la oportunidad de grabarlas porque no son universales.


A quien hay que darle el mérito de desenterrar canciones que fueron relegadas injustamente a lugares secundarios sin razón, es al cantante Jorge Oñate. Las ha grabado y las ha convertido en clásicas y gracias a él son conocidas. (O si no que lo diga Santander Durán Escalona, con su canción Ausencia, que fue degradada a lugares secundarios sin saber por qué y hoy es un lindo clásico vallenato. O la canción Abrazo Guajiro, del desaparecido Carlos Huertas, que no quedó siquiera entre las premiadas y hoy es un referente dentro del vallenato. Sólo por hablar de éstas)


Yo creo que un compositor que se gane en franca lid el primer lugar en canción inédita en el Festival Vallenato también aspira a escuchar su canción en la voz de algún grupo para difundirla más, para que la conozcan más.


Debe haber una especie de convenio entre la fundación que preside el festival y las diferentes casas disqueras, las grandes, las chiquitas, las independientes, para que sea un imperativo ir desempolvando estas reliquias y mostrarlas al mundo desde las primeras que no han sido grabadas hasta la que ganó en abril pasado.


Ojalá esto se dé. Y no olvidar por ningún motivo las canciones hermosas que ocupan los honrosos segundos y terceros lugares. Ya es hora de que La Fundación haga algo en pro de estas canciones las mayorías tiradas en el rincón del olvido.


Aunque todas estas canciones se arreglan de tardecita, se visten con su mejor prenda, no necesitan maquillaje porque son hermosas, sacan un taburete y se sientan en la puerta de la calle esperando que pase algún cantante y les pique el ojo.


Algunas estarán un poco desesperadas porque pasan de los cuarenta y nada de pretendientes; otras, abrigan la esperanza de ser conquistadas y salir del anonimato.


Desafortunadamente sin la ayuda de los cantantes, de La Fundación y del compositor, será imposible escuchar esas canciones algún día. De saber que existen, que están ahí.


Uno se pregunta ¿por qué a las primeras canciones ganadoras del concurso sí las grabaron? Parecía una norma no impuesta pero de obligatorio cumplimiento y todo artista que se respetara traía en su disco una canción ganadora del festival. Hoy no.


Si hay alguien que se lucra del festival son precisamente los grandes grupos vallenatos, y por qué no hacen esa obra de caridad de grabar siquiera una canción de por medio en cada CD que lancen al mercado. A lo mejor ahí en los archivos de La Fundación está escondido el éxito que hace tiempo le es tan esquivo a algunos llamados “grandes del vallenato”.


Señores de La Fundación Festival de Leyenda Vallenata ¿van a dejar morir en el olvido tantas canciones? ¿Es que no piensan hacer nada? ¿Entonces para qué carajos hacen un concurso que mata a la canción apenas gana? Deben hacer algo más aparte del premio en efectivo, la placa de reconocimiento y la fotografía de rigor. Eso no debe terminar allí.


Qué maravilloso sería volver a leer en los créditos de las grabaciones lo que se leía antes: canción ganadora del primer lugar, o segundo o tercero, en el festival tal.


Porque esta indiferencia no sólo la viven las canciones que han ganado los primero lugares en el Festival Vallenato. En todos los festivales de acordeón que se celebra pasa igual. Y nadie hace nada. Nadie dice nada.


Hombe, si una canción ha quedado en el podio algo bueno debe tener, y si le ha gustado al público asistente que es tan exigente también debe gustarle a todos cuando la escuchen grabada y con buenos arreglos.


Señores cantantes, hay que rescatar de las garras del anonimato a tantas chicas lindas. Hay que ir por ellas, invitarlas a salir, conocerlas más, preguntarles si son paseos, merengues sones o puyas, quién es su papá, si quisieran ser novias y grabarlas en matrimonio.


Ellas están ahí esperando, y si La Fundación no les da permiso de salir ellas se vuelan a media noche por la cerca del patio para verse, por ejemplo, con Poncho Zuleta, para que haga con ellas lo que le dé la gana.


FABIO FERNANDO MEZA

fafermezdel@gmail.com

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