martes, 19 de junio de 2012

MARTÍN ELÍAS: CANTA ENCANTA


El 18 de junio de 1990, en Valledupar, nació uno de los tantos hijos del cantante vallenato Diomedes Díaz esta vez del vientre de Patricia Acosta, hija de “el negro” Acosta. Entre otras cosas su último hijo del matrimonio con Diomedes. El mundo vallenato siempre lo conoció como su padre lo bautizó en su corazón para toda la eternidad: el gran Martín Elías.
Este muchacho hoy por hoy es una realidad del folclor vallenato y hace rato dejó de ser una promesa como tantas de las que abundan en este campo de la música, y su fama crece y crece como “el coquito” en los potreros, sobre todo en el público joven como si lo estuvieran esperando desde hace rato.
El éxito de Martín Elías se debe quizás a que no se cree el cuento absurdo de la fama. Él vive su día a día con mucha energía y se lo goza cada segundo. Ojalá que mantenga como hasta ahora los zapatos sobre la tierra y no deje que la pecueca lo invada, la pecueca de la mediocridad o el egocentrismo, quiero decir, ya que por ahí cerquita tiene un ejemplo de lo que no se debe ser ni hacer en este mundo tan incierto del vallenato.
Hasta hoy no he escuchado decirle que es el mejor, que los otros no sirven, como lo hace otro cantante casi contemporáneo de él que tristemente se quiere hacer famoso incitando a sus seguidores a denigrar de sus colegas. No sé si mañana cuando la fama, el dinero, el reconocimiento, lo acorralen, Martín Elías borre con los pies lo que tanto sudor y lágrimas le ha costado. Pueda ser que no.
Porque hasta ahora a todos los que esperábamos sus salidas en falso y su endiosamiento nos ha tapado la boca. Parece que mantiene la serenidad y la confianza que le da el haber encontrado un estilo propio donde todo el mundo imita a todo el mundo y eso hay que reconocérselo. No es fácil que con escasos 22 años cuente con una inmensa fanaticada y él con esa madurez las siga complaciendo con una devoción casi que suicida y un respeto que raya en lo medieval.
Hoy que todo es pan y miel nada de eso lo ha transformado y si ha cambiado es para bien. La vida le ha regalado lo que a muchos le demora y quizás nunca alcanzan como lo es reconocimiento, admiración y respeto. Su triunfo es de largo aliento porque posee todas las características para seguir “cortando rabo y orejas” como orgullosamente dice su padre, quien paradójicamente se compara con su hijo en vez de ser lo contrario. Pero debe ser para demostrarle lo orgulloso que está de su último retoño con Patricia Acosta.
Martín Elías no se dejó vencer de un golpe bajo que alguien que no juega limpio le quiso asestar y se levantó de sus cenizas y supo elegir a su compañero de triunfos, sueños y gloria como lo es Juancho de la Espriella, todo un señor profesional y un indescriptible ser humano lleno de virtudes tanto en lo personal como en lo profesional.
Alix Gutiérrez, una cachaca con corazón costeño quien reside en Estados Unidos, hablando del fenómeno musical que encarna Martín Elías, me dijo: “no le des más vueltas, hermano, Martín Elías no solo canta, también encanta, para que lo sepas”
Martín, por ahí es la cosa. Ese es el camino. No te dejes torcer el sendero por el silbido mentiroso de sirenas que no existen en la realidad. Sigue caminando derecho y no mires para atrás porque asustan. Sé que tu pedestal estará adornado con tu canto y carisma por mucho tiempo si le haces caso a tu corazón, eso es más seguro que “mango maduro en boca de puerca” y no te confíes porque como lo dijera alguna vez tu padre, “lo que van delante no van lejos y los de atrás se apuran”
FABIO FERNANDO MEZA